domingo, 9 de mayo de 2010

“Día de la Madre”

El complejo rol de ser madre en las sociedades posmodernas

“Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con amor”. Cornelio Tácito. Historiador, senador, cónsul y gobernador del Imperio Romano.

Derivado de los cambios generados por el desarrollo de la tecnología y los conocimientos en el mundo, las madres cada vez encuentran más difícil su misión de criar, proteger y guiar a sus hijos, en compañía de los padres; los niños crecen de manera increíble con un capital cultural que muchas veces las sobrepasa.

      Ante estas circunstancias, el rol de las madres ha sufrido una modificación que las sitúa en una función de crianza pasiva, aunque hay que reconocer que hoy en día aún prevalecen formas autoritarias de educar a los hijos. De este modo, si bien con una figura de peso y suma importancia en la familia, las madres han tenido que sopesar que los hijos no son “como antes” y se mantienen en un continuo cambio de pensamientos, gustos y percepciones.

      Agravado por las problemáticas familiares y la creciente cifra de madres solteras, el rol de ser madre carga con la necesidad de trabajo incesante para mantener a los hijos, de manera que el tiempo de convivencia con ellos es mínimo y se remite a actividades simples que no les proveen una constante y efectiva comunicación.

      Como si fuera poco, en medida que los hijos crecen y con ellos la rebeldía se hace presente, las madres tienen que pasar por discusiones con sus hijos sobre qué es lo mejor para ellos, resultando penosamente las más afectadas. Es claro que las personalidades son distintas y variadas, pero las madres convergen en un mismo sentido, el de proveer a sus hijos y guiarlos hacia el bien.

      Asimismo, las madres se ven estigmatizadas y juzgadas socialmente a los ojos de cualquiera; a quien no le parezca la forma en que dirige su vida y la de sus hijos, puede sin razón y pensamiento alguno entrometerse en su vida y en su papel de dios ordenarle que cambie. Pero, también los hijos franqueamos ese respeto que las madres merecen de nosotros; muchas veces somos capaces de exigirles, reclamarles y juzgarles sin signos de empatía y, lo que es peor, sin conciencia del amor que ellas no tienen y el que naturalmente nosotros sentimos por ellas.

      En definitiva las madres de hoy en día no son más que las de antes, pero tienen la compleja tarea de educar en momentos de crisis, de guiarnos incluso por donde no hay camino, de darnos de comer cuando parece no haber nada.

      Aquí en México, este 10 de mayo es la fecha asignada para su celebración. El Día de la Madre proviene de la antigua Grecia, donde se veneraba a Rea, la Gran Madre de los Dioses; pero, posteriormente, la Iglesia Católica adaptó tal tradición en relación con la Virgen María, la madre de Jesús.

      Hagamos de este y todos los días, los momentos y los espacios propicios para expresar el amor que sentimos por nuestras madres, por la vida que nos procuraron, ningún regalo mejor pudieron habernos dado. ¡Feliz Día de la Madre!

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